lunes, 29 de abril de 2013

ESPAÑA DESTINO TERCER MUNDO

Las últimas semanas, cada vez que paso por una librería miro si tienen el libro "España destino Tercer Mundo", de Ramón Muñoz. Hace un par de meses, oí una entrevista al autor en la radio y me interesó lo suficiente como para decidirme a comprar el libro.


Indagando sobre él en internet he encontrado esta entrevista que no tiene desperdicio. Eso sí, no apta para cardíacos o gente con problemas de depresión...


PD: aquí tenéis un artículo sobre el libro escrito por el propio autor en EL PAÍS (medio en el que trabaja como periodista).

miércoles, 24 de abril de 2013

ADAM SMITH, ¿MAHOMETANO?




La figura de Adam Smith es bien conocida por todo aquel que esté mínimamente versado en cuestiones económicas. No en vano, Smith es considerado el fundador de la Economía con la publicación de su obra "La Riqueza de las Naciones" en 1776 (para los amantes de los datos históricos, el mismo año que tuvo lugar la Declaración de Independencia de Estados Unidos).

Mucho ha llovido desde entonces, y aunque los economistas posteriores a Adam Smith han desechado muchos de los elementos incluidos en "La Riqueza de las Naciones", como su recelo hacia las sociedades anónimas o su teoría del valor-trabajo, otros muchos son ampliamente aceptados, cuando no reverenciados, por gran parte de los economistas actuales, especialmente los economistas liberales.

Uno de los conceptos más célebres que introdujo Adam Smith es sin duda el de la "mano invisible". Según Smith (del que conviene saber que en su época no era conocido como economista, sino como catedrático de filosofía moral), la Divina Providencia había dispuesto las cosas de tal manera que nuestra persecución del propio beneficio, en un mercado sin restricciones, sería guiada "como por una mano invisible" para promover el interés general.

Como filósofo y como economista, Adam Smith es continuador de la tradición liberal de filósofos como John Locke, según el cual los gobiernos nacen por la necesidad de proteger la propiedad privada y cuando mejor funcionan es cuando se limitan a ejercer esa función. Desarrollando aún más este argumento, Smith afirmaba que la propiedad, el dinero y los mercados no sólo existieron antes que las instituciones políticas, sino que eran de hecho las bases mismas de la sociedad humana. Según Smith, si el gobierno tiene alguna función económica es la de garantizar el funcionamiento de los mercados y la estabilidad de la moneda nacional.

Para Smith, la base de la vida económica era la propensión humana a intercambiar, a permutar unas cosas por otras. En  sus propias palabras, "nadie ha visto jamás a un perro intercambiar deliberadamente un hueso con otro perro". Pero inevitablemente, si dejamos a los seres humanos a su libre albedrío intentarán intercambiar, comparar y negociar,buscando siempre obtener la mayor ventaja del intercambio.

Dicho impulso a intercambiar es el que da lugar a la división del trabajo, según Smith el fenómeno responsable de todos los logros de la civilización humana. Precisamente, Adam Smith inicia "La Riqueza de las Naciones" con la descripción de la división del trabajo en una fábrica de agujas.

A muchos de vosotros os parecerán familiares estos conceptos, pues están en el centro del ideario de muchos economistas actuales. Lo que quizás os sorprenda es que, si hacemos un repaso histórico por las distintas civilizaciones que se han sucedido en el mundo, la que se comportó de forma más acorde a los principios de Adam Smith fue... el islam medieval.


domingo, 14 de abril de 2013

OZ, UN MUNDO DE FANTASÍA... ¿O NO?

El mes pasado se estrenó la película Oz, un Mundo de Fantasía, un acercamiento del director San Raimi al mágico mundo de Oz. El mundo de Oz nace con la publicación en 1900 de la novela El Maravilloso Mago de Oz, escrita por L. Frank Baum, y es hoy un relato conocidísimo por todos, pero... ¿sabíais que en realidad es una parábola económica de los Estados Unidos de principios del siglo XX?




En efecto, según escribió Hugh Rockoff en su artículo "El Mago de Oz como alegoría monetaria" (publicado en Journal of Political Economy nº 98) y mencionaron Paul Krugman y Maurice Obstfeld en su ensayo Economía Internacional, El Maravilloso Mago de Oz, libro escrito por Frank Baum en 1900, es una alegoría de la lucha entre los partidarios del patrón oro y los partidarios del bimetalismo en los Estados Unidos de finales del XIX y principios del XX.



Los partidarios del bimetalismo querían sustituir el patrón oro que regía la política monetaria de la época por un doble patrón oro-plata, que permitiera la creación de más dinero y dotase de más liquidez a la economia (curiosamente, más de cien años después hemos asistido a una reivindicación muy similar cuando Mariano Rajoy solicitó una mayor inyección de liquidez al BCE).

Uno de los colectivos que más reivindicaba este cambio de patrón monetario era el de las familias granjeras del Medio Oeste, terriblemente endeudadas y acosadas en la última década del XIX por una ola de ejecuciones hipotecarias que los expulsaba de sus tierras. Los principales yacimientos de plata de Estados Unidos se encontraban precisamente en el Medio Oeste, de modo que la adopción del patrón oro-plata se veía como el paso lógico hacia la libre creación de dinero por parte de los bancos locales, un movimiento que permitiría escapar del yugo de los grandes bancos de Nueva York y de la Costa Oeste.



La familia de Dorothy, natural de Kansas, podría ser perfectamente una de estas familias granjeras del Medio Oeste, pero las similitudes con la realidad son muchas más:

  • Las Brujas malvadas del Este y el Oeste representarían a los banqueros de la Costa Este y de la Costa Oeste, beneficiarios del escaso suministro de dinero y los mayores defensores del mantenimiento de la situación.
  • El Espantapájaros representaría a los granjeros que no tuvieron cerebro para evitar caer en la trampa de los banqueros.
  • El Hombre de Hojalata representaría a los trabajadores de la industria, que no tuvieron corazón para solidarizarse con los granjeros.
  • El León Cobarde representaría a la clase política, que no tuvo el coraje necesario para intervenir.
  • El camino de baldosas amarillas representa las falsas promesas de oro.
  • El nombre del país mágico de Oz se habría obtenido de la abreviatura de "onza" (de oro, por supuesto).
  • En el libro, los zapatos de plata representaban el camino de vuelta a casa (aunque en la película que dirigió Victor Fleming y protagonizó Judy Garland los zapatos de plata se cambiaron por unos zapatos rojos).
  • Y para finalizar, el Mago de Oz podría ser una representación de William Jennings Bryam, que optó a la presidencia de Estados Unidos por la Plataforma por la Plata. Curiosamente, así como el Mago de Oz era un farsante, Jennings fracasó tres veces en su intento de llegar a la presidencia y el patrón oro-plata no llegó a adoptarse.
Cabe destacar que Frank Baum nunca admitió que su novela tuviera un trasfondo económico, pero incluso quienes aceptaban que este no fuera intencionado admitían este significado. Hoy en día, más de cien años después de su escritura, poca gente lo sabe, pero no deja de ser curiosa esta lectura alternativa del Mago de Oz, ¿verdad?



Con el paso del tiempo y las distintas adaptaciones, El Mago de Oz no sólo ha sido objeto de lecturas económicas. En su cómic Lost Girls, por ejemplo, Alan Moore presentaba el tornado que transporta a Dorothy al mundo mágico de Oz como una metáfora de su primer orgasmo, a partir del cual el mundo se convirtió en una explosión de vida y color.
PD: Reconozco que yo tampoco conocía esta visión del Mago de Oz como una parábola económica. La descubrí leyendo el libro En Deuda, de David Graeber. Para una información más detallada de la campaña de W.J. Bryan podéis leer este enlace.

viernes, 12 de abril de 2013

HOMENAJE A JOSÉ LUIS SAMPEDRO


No recuerdo cuándo descubrí a José Luis Sampedro, pero sí recuerdo el impacto que me causó.

Vista en retrospectiva, mi formación económica fue muy deficiente. Como máximo, te preparaban para trabajar en un banco o, si eras un auténtico triunfador, en auditoras como Arthur Andersen, pero apenas puedo citar un par de profesores y/o asignaturas en las que intentasen educarnos en valores.

Para que os hagáis una idea, recuerdo cómo en Economía de la Empresa de 1º, el profesor nos contaba anécdotas de Mario Conde poniéndolo como ejemplo de gran empresario de éxito (al año siguiente, el Banco de España intervenía Banesto), y también recuerdo cómo en Estructura Económica de 3º se examinaban los términos del Tratado de Maastricht como si fuera una obra maestra de la política económica (no creo que hoy sigan diciendo lo mismo. O sí, quién sabe). ¡Ah, y Arthur Andersen desapareció años después cuando se vio envuelta en un escándalo de corrupción!

Y un día, en la radio, escuché una entrevista de Iñaki Gabilondo a José Luis Sampedro. Y me fascinó.

Hasta entonces, sólo sabía de él que era un escritor de cierto éxito, premio Planeta y académico de la lengua. En esa entrevista descubrí a un gran economista, filósofo y humanista. Y sobre todo, a una persona cercana, entrañable, a un gran sabio.

Como tanta gente, he sentido mucho su muerte, porque sobre todo, José Luis Sampedro era una persona muy querida. Estoy seguro de que en otras páginas le dedicarán merecidísimos homenajes. Yo no me considero capacitado para brindarle una dedicatoria a la altura de lo que él merece, así que cerraré el círculo enlazando una entrevista con Iñaki Gabilondo como aquella que tanto me fascinó.

Hasta siempre, José Luis. Ojalá hubieras sido mi profesor de Estructura Económica, aunque en muchos aspectos de la vida has sido un maestro para mí.



PD: En el magnífico blog Economía en dos tardes dedican su propio homenaje a José Luis Sampedro, desglosando el contenido de una conferencia que dio en 1987. No os lo perdáis, es un estupendo resumen de muchas de las ideas que repetía Sampedro.

PD II: El programa Hoy por Hoy, precisamente el programa en el que descubrí a José Luis Sampedro, le ha dedicado diversos homenajes esta semana. Entre ellos, destaca la semblanza que de su figura hacen Emilio Ontiveros y Joaquín Estafanía, el perfil que traza Emilio de la Peña y, cómo no, la despedida de Iñaki Gabilondo.


domingo, 7 de abril de 2013

PLANES PRIVADOS DE PENSIONES, NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE

Las pensiones son uno de los caballos de batalla más recurrentes cuando se trata de velar por la "sostenibilidad" de las cuentas públicas. La última reforma se llevó a cabo en 2011, en uno de los últimos coletazos del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Básicamente, dicha reforma incluía entre otras las siguientes medidas:

  • ampliar la edad legal de jubilación de los 65 a los 67 años.
  • aumentar de 35 a 37 años el período necesario para acceder a una pensión completa.
  • ampliar el período de cálculo de la base reguladora de los 15 a los últimos 25 años de vida laboral del trabajador.
  • introducir un factor de sostenibilidad que cada cinco años revise todos los parámetros del sistema en función de la evolución de la pirámide de población.


Al final, el resultado de todas estas medidas es el mismo: reducir la duración y la cuantía de las futuras pensiones. Es decir, los actuales trabajadores y futuros pensionistas soportarán toda la carga de la reforma.
Por mi parte, aun reconociendo que la viabilidad del sistema público de pensiones es cada vez más complicada, me gustaría hacer dos matizaciones:

  1. Es cierto que en la situación actual, garantizar el pago de las pensiones futuras es cada vez más difícil, pero gran parte de ese problema se debe al lamentable estado del mercado de trabajo español. Con una tasa de paro superior al 25% no hay ningún sistema de pensiones que sea viable. Si el paro continúa aumentando, las pensiones tendrán que financiarse con las cotizaciones de menos trabajadores que a su vez tendrán empleos más precarios, con menores salarios sobre los que aplicar el tipo de cotización. Luchar por el empleo y por la calidad de los puestos de trabajo es, al mismo tiempo, luchar por la viabilidad del sistema de pensiones.
  2. Hasta ahora, todas las reformas del sistema de pensiones se han centrado en un único aspecto: los gastos del sistema. Sin embargo, tan importante como contener los gastos es incrementar las fuentes de ingresos.
Una forma de aumentar los ingresos sería reducir el paro (a más trabajadores, más cotizantes), pero no es a esto a lo que me refiero. El Pacto de Toledo, que es un acuerdo firmado en 1995 entre los partidos políticos sobre el sistema de pensiones, establece que las cotizaciones sociales serán la única fuente de financiación de las pensiones. Sin embargo, afirmar que las pensiones deben financiarse sólo con cotizaciones es una cuestión más ideológica que científica. Utilizar los impuestos para pagar las pensiones que la sociedad considere justas me parece completamente legítimo (mucho más que construir aeropuertos sin aviones o trenes para ejecutivos, desde luego).

Pero ni este ha sido el enfoque seguido hasta ahora en las sucesivas reformas del sistema de pensiones ni parece que lo vaya a ser en el futuro. En su lugar, la solución ofrecida por autoridades y "expertos" es otra muy distinta: complementar las pensiones públicas con planes de pensiones privados.

¿En qué consisten los planes de pensiones? Básicamente, un plan de pensiones privado es un fondo en el que el trabajador deposita unos pagos periódicos para recibir una pensión cuando se jubile. Las aportaciones que realiza el trabajador no se inmovilizan en ninguna especie de cuenta o plazo fijo, sino que una gestora se encarga de invertirlas para obtener de ellas el máximo rendimiento (y así poder pagar una mayor pensión en el futuro). Actualmente, en España operan 573 fondos, gestionados en su mayoría por aseguradoras y entidades financieras (bancos y cajas de ahorros, vaya).

La verdad es que estoy un poco cansado de leer y oír que el sistema público de pensiones es insostenible y que los planes de pensiones privados son la panacea, así que me gustaría dedicar esta entrada a poner de manifiesto las lagunas de los fondos de pensiones, que las tienen (vaya que si las tienen). Y es que no es oro todo lo que reluce: